Por Adrian Medina
Metal Men son un equipo de superhéroes robots creados en 1962 por el escritor Robert Kanigher. Tuvieron su primera aparición en Showcase #37-40, como una mini-serie de relleno. Inesperadamente resultaron ser muy populares y en varias ocasiones han sido retomados en su propio título, así como en otras series del Universo DC.
Los Metal Men son creación del Dr. William “Will” Magnus, un científico quien en sus años universitarios fue alumno del Profesor T.O. Morrow. La inteligencia artificial avanzada de estos robots se debe sus “responsómetros”, microcomputadoras inventadas por Magnus con la capacidad de animar metales puros, transformando así substancias sin vida en humanoides capaces de pensamientos propios.
Cada uno de los Metal Men tienen poderes que reflejan las características del metal del que está hecho: Oro es infinitamente dúctil, Mercurio es líquido a temperatura ambiente, Hierro es durable, Plomo es fuerte y protector, Estaño es maleable y resistente y Platino (o “Tina”) es particularmente resistente a ataques químicos, eléctricos o basados en temperatura. Los Metal Men pueden alearse si la situación lo requiere. Además, el material del que están formados determina en gran medida su personalidad, por ejemplo, Mercurio es impulsivo, Platino es glamorosa y Estaño tiene un complejo de inferioridad…
En la más reciente encarnación del equipo, tanto el arte como la historia han quedado en manos de Duncan Rouleau, escritor e ilustrador que ha trabajado en Marvel, Dark Horse y DC; en el 2006 Rouleau publicó su novela gráfica titulada “The Nightmarist”, obra que incluso estuvo considerada para hacerse película.
El estilo “ameri-manga” del autor, se combina con una temática que trata de conjuntar lo esotérico con la ciencia y los problemas interpersonales con situaciones que amenazan con cambiar la continuidad del tiempo-espacio.
El título pretende ser un paseo en montaña rusa, solo que los lectores tendrán que ser muy pacientes… ya que, como en la mayoría de las veces, el #1 de Metal Men, tiene la función de establecer los puntos de partida, tomándose su tiempo para presentar al lector a los miembros del equipo (entre los que por cierto se encuentra un nuevo robot: Cobre), su comportamiento e incluso hace una retrospectiva a los primeros pasos del joven Magnus dentro del campo de la robótica.
El título pretende ser un paseo en montaña rusa, solo que los lectores tendrán que ser muy pacientes… ya que, como en la mayoría de las veces, el #1 de Metal Men, tiene la función de establecer los puntos de partida, tomándose su tiempo para presentar al lector a los miembros del equipo (entre los que por cierto se encuentra un nuevo robot: Cobre), su comportamiento e incluso hace una retrospectiva a los primeros pasos del joven Magnus dentro del campo de la robótica.
Esta es una lectura recomendable para los seguidores de tan peculiar equipo de héroes, ya que respeta fielmente la mitología que a lo largo de los años se ha formado a su alrededor; para quienes no los conocen, tal vez sea un inicio algo lento, que a mi parecer no atrapará de inmediato al lector ocasional, sin embargo, al parecer, las siguientes ediciones estarán cargadas de acción con una historia muy interesante (para quienes nos gustan los viajes en el tiempo) con un toque de humor, característico en todas las versiones de los Metal Men.
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